--Si--le contesto,--y lo siento muchisimo. Era un principe encantado y ahora nunca volvere a verle.
Se fue a la ciudad, compro zapatos de hierro y salio a 80 buscar a su marido. Visito muchas ciudades preguntando por el principe Jalma, pero ninguno le conocia. Cuando llego al fin del mundo vio a la madre del viento del Norte y la saludo.
--Como le va, buena senora? 85
--Bien, hija,--le dijo;--que haces aqui, cuando ni los pajaros llegan a estos lugares? Mi hijo te comera.
--Senora--le dijo la nina,--vengo en busca de mi marido, del principe Jalma. Tengo que gastar zapatos de hierro hasta que le encuentre. 90
--Yo no le conozco, hija,--dijo la madre del Norte,--pero es probable que mi hijo le conozca. Te escondere debajo de esta olla. Cuando llegue le preguntare.
Cuando llego el viento, grito:
--Hu-u-u-u! a carne humana huele aqui! 95
--Que carne humana vendria aqui, hijo,--dijo la madre,--cuando ni los pajaros llegan a estos lugares?
Pero el siguio gritando:
--Hu-u-u-u! a carne humana huele aqui!
Su madre puso la mesa, y despues que hubo comido, le dijo: 100
--Tengo que pedirte un favor. Quieres concedermelo?
--Hable Vd. senora--le dijo.
--Has de saber que hay aqui una nina en busca de su marido, el principe Jalma. Sabes donde esta? Le conoces? 105
--Que salga la nina--dijo el Norte.
La nina salio y pregunto por su marido.
--Yo no conozco a tu marido--dijo el Norte,--pero yo creo que mi amigo el Sur puede conocerle. Te llevare alli si quieres. 110
La nina dijo que queria ir con el y la madre del Norte le regalo una gallina de oro y trigo de oro para vender en caso de necesidad.
El Norte la tomo en brazos y la llevo al otro fin del mundo.
Alli vio a la madre del Sur y esta le dijo: 115
--Que haces aqui, hija, cuando ni los pajaros llegan a estos lugares? Mi hijo te comera.
--Vengo en busca de mi marido, del principe Jalma. No le conoce Vd. senora? El Norte, que me trajo, dijo que pudieran Vds. darme noticias de el. 120
--Yo no le conozco, hija; pero es probable que mi hijo le conozca. La madre del Sur la escondio debajo de una olla y p.r.o.nto se oyo un gran ruido y llego el Sur.
--Hu-u-u-u! a carne humana huele aqui!
--Que carne humana puede venir aqui cuando ni los 125 pajaros del cielo llegan a estos lugares? Sientate a comer y hablaremos.
Despues que hubo comido le dijo su madre:
--Quiero pedirte un favor, si me lo concedes.
--Hable Vd., senora, y se lo concedere--contesto el. 130
--Ha venido aqui una nina en busca de su marido, el principe Jalma. Tu le conoces?
La nina salio y el Sur le dijo:
--No le conozco; pero te llevare a mi amigo el Oriente y es muy probable que le conozca. 135
La madre del Sur dio a la nina una cruz de oro y el Sur la llevo al Oriente. este tampoco conocia al principe Jalma y ofrecio llevarla a su amigo el Poniente. La madre del Oriente le regalo un peine de oro para vender en caso de necesidad. 140
Cuando el Oriente llego con la nina, encontraron a la madre del Poniente. Ella recibio a la nina con gran asombro y carino. La nina hizo las mismas preguntas y la madre contesto:
--Mi hijo le conocera. 145
Entonces la escondio debajo de la olla.
Cuando llego el Poniente, estaba muy enojado pero despues que hubo comido, la madre saco la nina y pregunto por el principe Jalma.
--Si--le dijo,--le conozco, y se donde esta; te llevare 150 alla. Vive preso en un palacio con una vieja bruja y su hija.
La hija quiere casa.r.s.e con el. Nadie puede verle y el no puede ver a nadie. Duerme bajo siete llaves.
La madre del Poniente dio a la nina una taza de oro para vender en caso de necesidad. 155
Al fin llego la nina al palacio y supo que dentro de cuatro dias se casaria el principe con la hija de la bruja. Ella se sento en el jardin, y trato de hacerse pasar por una tonta.
Con este motivo se lavaba la cara con barro y hacia otras muchas tonterias. Saco la gallina de oro y le dio el trigo. 160 Los sirvientes del palacio refirieron esto a su senorita que vino a verlo. Luego le dijo:
--Dame la gallina de oro.
--No--dijo ella.
--Vendemela entonces. Que quieres por ella? 165
--Si me dejas dormir en el cuarto del principe, te dare la gallina.
--Bien--dijo ella;--dormiras alli.
Abrieron las siete llaves y la nina entro en el cuarto del principe; pero antes echaron algo en el vino del principe para 170 hacerle dormir. Asi la nina le encontro profundamente dormido.
Fue a su cama, le sacudio y le dijo:
--Principe, despierta, yo soy tu esposa. He gastado los zapatos de hierro segun me has pedido. Ahora te he encontrado; pero si no me reconoces te casaran con otra. 175
Pero el no desperto y al dia siguiente la sacaron de alli y ella se fue otra vez al jardin. Saco su peine de oro y se peino.
Salio la hija de la bruja y lo compro bajo las mismas condiciones; pero la misma cosa sucedio con el principe. Al tercer dia saco ella la cruz de oro, y la hija de la bruja la compro, 180 pero la nina no podia despertar a su marido.
El cuarto dia la nina saco la taza de oro y la hija de la bruja la compro bajo las mismas condiciones. Pero el principe habia empezado a sospechar algo y cuando le dieron el vino, no lo bebio. La nina entro en el cuarto y empezo de 185 nuevo sus lamentaciones. Le dijo: